
Carlos Scolari y Francisco Albarello estuvieron en Rayuela
— Comentarios desactivados en Carlos Scolari y Francisco Albarello estuvieron en Rayuela 365Carlos Scolari, Doctor en Lingüística Aplicada y Lenguajes de la Comunicación, y Francisco Albarello, Doctor en Comunicación Social, fueron los entrevistados principales de esta semana en Rayuela. En diálogo con Silvia Bacher, los especialistas en comunicación digital desarrollaron el concepto de “Cultura Snack” y analizaron la situación de la educación en estos tiempos de pandemia.
Scolari, autor de Cultura Snack ( La Marca Editores), realizó una breve introducción sobre este concepto tan vigente en la comunicación actual: “El tema de cultura snack se popularizó en 2006, por la revista Wire, la biblia de Silicon Valley. Era un mapeo de todos los formatos breves, como el tweet o el trailer, que estaban proliferando porque funcionaban muy bien en las redes sociales, por la posibilidad de convertirse en viral. Además, estaba llegando la revolución de la telefonía móvil. Esto le agregó otra capa de interés a la cultura snack”.
En este sentido, Arbarello, autor de Lectura Transmedia (Ampersand), indica que “el smartphone intensificó la velocidad de la cultura snack al darle al usuario una herramienta con la que rápidamente podría producir un contenido y hacerlo circular. Eso, a su vez, se vuelve un círculo virtuoso en el que estos contenidos van generando otros nuevos. El celular es la culminación de este proceso”.
¿Cómo impacta la cuestión de la cultura snack en las nuevas generaciones? “Me encanta reivindicar un formato que para mí es el ejemplo más claro de cultura snack, educación y contenido generado por estudiantes que es el famoso machete”, explica Scolari. Por su parte, su colega comenta que forma parte de un proyecto de investigación a partir del que pudieron analizar cómo estudian y se informan estudiantes de comunicación. “Google Drive o Whatsapp son plataformas para estudiar en grupo. Se mandan archivos de audio explicando un tema y mientras lo explican ellos terminan de comprenderlo. O usan esos audios como si fueran podcast y los escuchan mientras viajan para refrescar algún tema”.
“Nosotros, como profesores, también podemos producir contenidos snack con un resumen de la clase, en un audio de 5 minutos”, amplía Albarello. “Ese audio seguramente va a circular o por lo menos nos aseguraremos de que el estudiante en esos minutos tenga los contenidos que nosotros queremos que estén. Esta cuestión está muy fuerte en los estudiantes y a veces los docentes no nos damos cuenta. Estamos más preocupados en la didáctica tradicional de dar la clase, hablar un montón. No nos preocupamos por lo que pasa ahora fuera de la pantalla. Y pasan cosas muy interesantes”.
Un ejemplo claro de cultura snack son las fake news, las noticias falsas que circulan permanentemente por las redes sociales. Scolari propone que una manera de combatirlas es “aprender a movernos en un entorno altamente poblado de piezas textuales, aprender a filtrar. A su vez, los mismos algoritmos que ayudan a poner en circulación estas fake news pueden servir para filtrar un poco todo esto”.
Albarello le encuentra el lado positivo a esta proliferación de contenidos virales y coincide con su colega en la importancia de que el receptor pueda seleccionar qué consume y qué no . “Las fake news ponen en evidencia el carácter de representación de la realidad que tienen los medios, cosas que antes no se discuten tanto. Todo esto pone en discusión la veracidad de las noticias, el carácter de construcción que traen los medios. La salida es la educación, formar a la ciudadanía en la necesidad de filtrar”.
Para finalizar, y respecto de los cambios que traerá aparejada la pandemia, Albarello sostiene que “hay que repensar qué tiene de particular nuestra clase como para que valga la pena estar en ella y no solamente ver el video o una grabación. Tenemos que incorporar claramente la participación de los estudiantes, generar cosas durante la clase, hacer, producir, valernos de las herramientas que nos brinda lo digital. Hay una riqueza que nos ofrece esta situación tan difícil que es forzarnos un poco a repensar nuestras clases. No podemos seguir dando clases del mismo modo”.